Mostrando entradas con la etiqueta "LA CONTRA". Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta "LA CONTRA". Mostrar todas las entradas

lunes, 22 de agosto de 2011

"Lo único que nos separa de los ancianos son días"

Andrea Gillies, escritora, ganadora del premio Orwell

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
 
Foto: David Airob
La sorpresa
Andrea decidió cuidar a su suegra, que tenía principio de alzheimer. Su intención era seguir escribiendo, pero Nancy requería atención constante. Se deprimió, se desesperó, y volcó sus sentimientos en un diario que acabó convirtiéndose en un libro conmovedor: Las amapolas del olvido (Temas de Hoy). Esa experiencia, enfrentarse a su propio futuro, la vejez, ha cambiado su vida. Ahora lucha para que las residencias de ancianos sean lugares estimulantes, ha aprendido lecciones esenciales y ha tenido misteriosas sorpresas: “Es curioso, parecía que dedicarme a Nancy implicaba perderme cosas importantes de mi vida, y sin embargo ahora hay algo nuevo en ella”. Su novela se convertirá en película.
Qué le hizo perder la fe?
Descubrir con asombro como nuestra identidad, el yo, esta limitada por la salud mental. Vi como Nancy, mi suegra, al perder la memoria, perdía su personalidad, se convirtió en alguien irreconocible.

Decidió acompañarla en su trance.
Yo pensaba que lo que te llevas tras la vida es tu experiencia, lo aprendido, pero si no sabes quién eres, ¿qué es lo que te llevas?

Triste conclusión.
Cuando Nancy empezó a perderse en el supermercado convencimos a su marido para que se mudaran a una casa junto a la nuestra. Fue un error, porque no sólo pierdes la memoria, también la capacidad de crear nueva memoria. Nancy no podía retener la estructura de la casa, se perdía, y fue muy desgraciada.

¿Cómo lo solucionaron?
Nos mudamos a una gran casa victoriana en el norte de Escocia, en plena naturaleza, con bosque, caballos, animales de granja y playa privada. Era como estar en el paraíso. Pero pasadas seis semanas se convirtió en una pesadilla sin escapatoria.

¡¿Por qué?!
Nos mudamos en verano con un sol maravilloso que sólo duró un mes, el restó del tiempo llovía. Al principio Nancy era feliz, pero su situación empezó a degenerar rápidamente. Creía que tenía seis años y estaba en el colegio. No reconocía a su marido, ni a su hijo, ni a sus nietos, y quería estar conmigo las 24 horas cogida de la mano.

Agobiante.
Yo intentaba escribir una novela, pero Nancy absorbía todo mi tiempo. Para no enloquecer, decidí escribir un diario que cinco años más tarde se convirtió en novela.

¿Decidió cuidarla voluntariamente?
No tenía escapatoria: aquella casa era muy cara, no había dinero para enfermeras. Fue todo muy naif. Acabamos convirtiéndola en una casa rural y el trabajo era inmenso. Con el tiempo Nancy me cogió manía.

¿Usted quería a Nancy?
Era buena abuela, muy cariñosa, hasta que empezó a gritar y a pegar a sus nietos, y hasta ahí llegó mi empatía: ingresé a mis suegros en una residencia tras dos años y medio de convivencia.

¿El divorcio de su marido tiene algo que ver con esa situación familiar?
Al principio el alzheimer de Nancy nos unió. Tras llevarlos a la residencia vendimos la casa y después nos divorciamos.

¿Tiene miedo?
Sí. Mañana podrían diagnosticarme alzheimer y todo cambiaría para siempre. He entendido, de verdad, que la vida es muy breve. Y que no tengo tanta paciencia como me gustaría, pero es difícil querer a una persona que siempre tiene comida en el jersey y que te insulta. No volvería a exponerme a una situación como esa, pero me siento culpable por haberme rendido.

¿Le ha cambiado esta experiencia?
Sí, ahora veo a la gente mayor de una manera completamente diferente.

¿Cómo?
Son yo, lo único que nos separa son días. Las residencias están llenas de ancianos sentados en una silla esperando la muerte y la visita de sus familiares, que nunca van a verlos. Lucho por que el Gobierno invierta dinero en residencias de calidad con talleres creativos, donde haya actividad.

¿Nancy tenía momentos de felicidad?
Sí, los relacionados con lo sensorial, lejos del pensamiento: cuando cogía flores en el jardín o caminaba a la orilla del mar, jugaba con los perros, amasaba harina o bailaba.

Puede que esas sensaciones esenciales sean las que nos hacen felices a todos.
Es una buena visión, el sentimiento de felicidad cuando te da el sol en la cara es común a todos. Nancy está hoy en un buen centro, pero nunca la dejan salir al exterior, y lo entiendo, porque cuando yo la sacaba se escapaba o me arrancaba todas las flores.

...
Una vez estuvo acariciando, durante horas, una gallina como si fuera un bebé, acariciaba a los árboles, hablaba con los animales.Todo para ella era muy sensual: el tacto de los huevos recién puestos. Quería estar siempre al aire libre, la gente con demencia debería vivir en el hemisferio sur.

Le ha conmocionado esta historia.
Me llevaba a su cuarto para enseñarme a una mujer mayor que vivía con ella: era su propia imagen en el espejo, me invitaba a tomar el té con ellas. Era muy triste.

¿No ha aprendido nada positivo de la demencia de Nancy?
Sí, a disfrutar de lo sensorial. Ahora me gusta hacer todo eso que a ella le gustaba. Pero no me permitiría a mí misma llegar a ese punto. Irónicamente, Nancy era miembro de la sociedad de eutanasia.

¿Qué es lo que teme del alzheimer?
La pérdida de la dignidad. Nancy, una persona para la cual su inteligencia y su dignidad eran esenciales, terminó yendo con sus excrementos en la mano por la casa. Subestimamos mucho nuestro cerebro, ese órgano extraordinario que yo hoy estimulo constantemente... ¿Qué son las sensaciones sin sentimientos?

Nadie lo sabe.
Me deprimí mucho, no veía el final. Les prometimos que nunca los meteríamos en una residencia. Fue muy triste porque al cabo de un año él nos llamó y nos dijo que Nancy estaba mucho mejor y que querían volver a casa. Poco después él murió. Nancy sigue allí.

miércoles, 29 de junio de 2011

"¡Qué fracaso!: nuestros hijos ya viven peor que nosotros"

Michel Wieviorka, sociólogo, Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París

     


Los indignados no tienen razón, pero tienen razones. Viven peor que sus padres y quizá vivirán peor que sus abuelos: con suerte, explotados; y sin ella, excluidos. Por eso detestan a los partidos, que cada vez deciden más en nuestras vidas y nosotros menos en ellos. Pero si esa indignación no se convierte en organización y en cambio, degenera en inoperancia y en violencia, intolerable en una democracia. Los indignados –sugiero– deberían abandonar las plazas y acampar en los partidos: afiliarse y regenerarlos. Wieviorka sostiene, en cambio, que es la democracia la que debe extenderse más allá de los partidos y hacerse deliberativa y participativa gracias –hoy es posible– a las nuevas tecnologías.
La indignación es el inicio de la acción política, pero si no se articula y organiza hasta ser capaz de conseguir un cambio, degenera en inoperancia o se degrada hasta la violencia.


¿Hay motivos para indignarse?
Vivimos una catástrofe en el presente y el futuro de nuestros hijos. Por primera vez en siglos de historia europea, los hijos vivirán peor que los padres... ¡Qué fracaso!


Ya veremos.
Nuestros hijos ya viven peor que nosotros.


Hay quien dice que deben resignarse a vivir peor que sus abuelos.
Muchos jóvenes que nacieron en la clase media están abocados hoy, en el mejor de los casos, a engrosar un nuevo subproletariado.


Los que tienen suerte.
Y en el peor de los casos ni siquiera eso. Nosotros luchamos durante décadas para no ser explotados y ellos luchan ahora por no ser excluidos. No es que te paguen poco, es que no encuentras ningún trabajo.


Y hoy y aquí nadie respeta a quien no trabaja, cobra y consume.
De la explotación a la exclusión. Los sindicatos se han quedado sin papel en esa lucha. ¿Cómo pueden ayudar las organizaciones de trabajadores a quien no tiene un empleo?


Algunos excluidos se indignan.
En Francia sólo el 8 por ciento de los trabajadores, la mayoría funcionarios y empleados públicos, están afiliados a un sindicato. Eso convierte a las organizaciones sindicales en agrupaciones de afortunados.


Ya lo puede decir.
Las clases sociales son difusas y la exclusión se practica así individuo por individuo.


No es fácil organizarte tú solo.
Las redes sociales e internet articulan a los excluidos, pero de forma diferente a la de la política tradicional: sin centro decisorio, pero profundice en eso con Manuel Castells...


La política vuelve a estar en la calle.
De otro modo. Antes el objetivo de toda organización política era la conquista del Estado y, después de conquistarlo, el objetivo de toda organización era mantener el poder.


¿No sigue siendo lo mismo?
Citaré a Amartya Sen: "Hoy la política es la capacidad de construir mi existencia por mí mismo". Hoy se hace la política desde la persona, no desde la clase social.


¿Neoegoísmo?
Subjetividad: cada persona decide su política y no asume como antaño los intereses de su clase social, su nación o su familia. Pero eso no le hace necesariamente egoísta. Al contrario, hoy un joven con ideales se hace voluntario en una ONG y no milita automáticamente en un partido de su clase social.


Nadie vota ya a la derecha porque es rico o a la izquierda porque es un obrero.
Eso ha abierto interesantes expectativas a la derecha y es parte del drama de los partidos de izquierda: se han quedado sin sujeto, porque ya no hay clases. Apenas un 20 por ciento de los franceses se consideran obreros.


¿Hacia dónde vamos?
La sociedad ya ha cambiado y ahora le toca a la política. Vemos retortijones de cambio.


¿Cómo?
Para empezar, se debilita lo viejo. La mediación clásica de intereses ya no funciona: el estado nación, la iglesia, la familia, la escuela, los sindicatos... Se están quedando sin papel. Ya no ocupan la escena central de las sociedades. Hoy son actores secundarios.


¿Sabrán adaptarse?
¿Hacia dónde? Tampoco tenemos claro qué es la modernidad. Era la ciencia, el progreso, el reparto de prosperidad...


¿Qué es lo moderno?
No lo sabemos aún, pero andamos desquiciados por nuestra relación neurótica con el tiempo. Nuestros abuelos vivían su época; nuestros padres, su siglo; nosotros vivimos el momento al instante... ¿Hacia dónde?


Los partidos gozan de un enorme poder que invade el judicial, se conchaban con el económico, sojuzgan el mediático...
Tienen más poder que nunca, pero también son más impotentes que nunca. Son partidos nacionales, pero todos los problemas transcendentes sólo tienen solución a nivel global: la deuda pública... por ejemplo, o la degradación del medio ambiente.


¿Por qué los cree usted impotentes?
Porque, además de no resolver problemas, han perdido contacto con la realidad: dominan el sistema, pero han perdido a las personas. A los ojos de la mayoría, se han constituido en casta de privilegiados que defienden sus privilegios.


¿Ayudarían las listas abiertas, la transparencia en la financiación...?
Incluso dejar de ser lo que son. Pienso en el modelo de EE.UU. de partidos sólo para las elecciones, sin degenerar en maquinarias burocráticas para conservarse a sí mismas.


¿Qué propone?
Extender la democracia más allá de los partidos y hacerla deliberativa y participativa.


¡Qué complicado, profesor!
Hoy lo es menos. Las nuevas tecnologías brindan mecanismos de participación en la toma de decisiones que nos obligan a enriquecer la democracia representativa.


Mi quiosquero se resigna a votar –dice– a los políticos "que no roban demasiado".
Hay que devolver poder a la sociedad civil y sus asociaciones, que es donde hoy hace política la gente: las oenegés; las vecinales; las profesionales: ¿por qué todo lo deciden los partidos entre tan pocos? Deben reconectarse con la sociedad o nos desconectaremos del todo de ellos.

miércoles, 27 de abril de 2011

"Assange quiere ser un gurú y que Wikileaks sea su secta"

Daniel Domschett-Bere, ex socio de Julian Assange en Wilileaks


  
Foto: Jordi Play
Ahora, Openleaks

Me recibe tecleando su portátil, le cuesta levantar la vista. Pero cuando le pregunto sobre Assange alinea todas sus neuronas para siluetear al fundador de Wikileaks como un caudillo egótico, megalómano y paranoide. Daniel es un idealista ácrata que tocó demasiado las gónadas al gurú de la transparencia pidiéndole más transparencia... Supongo que también conviene rebajar lo que dice Daniel, si bien lo argumenta con harto detalle en su libro Dentro de Wikileaks (Roca Editorial). El que fue principal colaborador de Assange funda ahora Openleaks, nueva plataforma diseñada para garantizar protección a las fuentes que se animen a divulgar información secreta en el grado que la fuente decida.

¿Cómo es Julian Assange?
Es un genio... y un sociópata.

Explíquese.
Muy brillante, e intratable.

¿Por qué?
Desprecia a todo el mundo. Se cree superior, rechaza toda crítica, no escucha opiniones y no da explicaciones. Quiere ser líder autoritario y solitario de Wikileaks, controlarlo todo sin rendir cuentas.

¿Desde cuándo conoce a Assange?
Desde que chateé con él, en noviembre del 2007, yo en Alemania y él en Kenia.

¿De qué hablaron?
De lo que convenía hacer con Wikileaks y de lo que yo podría aportar.

¿Desde cuándo existía Wikileaks?
Desde diciembre del 2006.

¿Con qué propósito?
Erigirse en el primer servicio de inteligencia público. Ser una plataforma para publicar informaciones de interés colectivo, y así ensanchar el conocimiento y la democracia.

¿Por qué le interesó?
Encajaba con mi ideología anarquista: abogo por la transparencia como norma general y por el reparto de poder. El secretismo debiera ser la excepción, ¡y no la norma!

¿Y qué aportó usted a Wikileaks?
Éramos cinco personas, y yo puse un esfuerzo ingente durante dos años y medio: dejé mis trabajos previos como ingeniero informático y me volqué absolutamente, fue mi proyecto vital y laboral, puse dinero...

¿Cuánto?
He perdido ahí 30.000 euros.

¿De dónde saca el dinero Wikileaks?
¡Buena pregunta! Esta es la razón principal por la que rompí con Assange: por no ser transparente en la financiación. Quise saber de dónde llega el dinero y adónde va, quise saber si hay desvío a cuentas de Assange.

¿Y?
Imposible: él oculta todo esto.

¿Se arrepiente ahora de haber trabajado junto a Assange?
Me arrepiento de haber pospuesto la tarea de organizar la estructura de Wikileaks de un modo que dificultase lo que ahora puede pasar: que Assange convierta Wikileaks en una secta de la que él sea el gurú.

¿Cuándo empezaron las discrepancias?
Cuándo le pregunté por el dinero y por los acuerdos que estaba cerrando con terceros.

¿Cómo reaccionó Julian Assange?
Me ordenó callar y me dijo: “Si me jodes, te perseguiré y te mataré”.

Formula una acusación muy grave...
Me amenazó de muerte, y es comprobable: lo repitió luego ante dos periodistas.

¿Cree a Assange capaz de matarle?
“Perro ladrador, poco mordedor”, me dijeron algunos... ¡Pero yo no tengo por qué soportar trabajar con un perro ladrador!

Desde luego.
Y se fue. Me echó él antes.

¿Qué temía más Assange de usted?
Tres cosas: una, me veía como alguien que iba a traicionarle y quitarle Wikileaks...

¿Paranoia?
Su psicología tiene mucho de paranoide. Me acusó de deslealtad, insubordinación y desestabilización: ¡como si trabajar para Wikileaks equivaliese a alistarse en el ejército! Assange reacciona agresivamente, le cuesta autocontrolarse. Dos, me acusaba de ser “demasiado alemán”, organizado...

Él es australiano, ¿eso les alejaba?
Está menos acostumbrado a la multiculturalidad que un europeo: es menos tolerante. Y tres: le molestaba mi anarquismo, ¡él adora la jerarquía!

¿Qué horizonte judicial tiene Assange?
Acabarán juzgándolo en Suecia: podría caerle un año de cárcel. Pero lamento que todos hablen del lío de faldas de Assange y nadie apoye al único héroe: Brandley Manning.

El oficial que sacó la información secreta del Pentágono, ¿no?
La Administración Obama está torturándole: no le dejan dormir, no puede ver a nadie... Quieren quebrarlo psicológicamente o para que hable o para que reviente...

¿Qué le pasaría a Assange si le atrapa la justicia norteamericana?
Podría aplicársele la pena capital. Horrible. Y dramáticamente desmotivador para los que luchamos por la transparencia.

La perjudicada por Wikileaks es siempre la Administración norteamericana.
  Está claro. Yo me alegro de que se desenmascaren las torpezas de sus embajadas...

¿Y si se publicasen sus cartas de amor y cuentas bancarias?
No me gustaría, pero si hubiese una buena razón pública... Como norma, abogo por el principio de transparencia para corporaciones... y el de privacidad para individuos.

¿Ha cometido alguna ilegalidad?
No, según mi filosofía.

¿Y Assange?
Assange trafica con información, chantajea a corporaciones... ¡Assange está haciendo política!

¿Con qué beneficio?
Publicidad, donaciones, la ilusión de ser poderoso...

¿De dónde proceden las donaciones?
¡Misterio! Hay intereses ocultos... Tengo hipótesis, pero callo para no perjudicar las indagaciones de un par de periodistas.

¿Mafias rusas, Daniel?
… ¡No sé! Assange cree utilizar a los demás, y quizá estén utilizándolo a él... Creo que su prepotencia puede estar cegándole.

¿Qué le diría de tenerlo delante ahora?
Todo se lo he dicho ya a la cara. Ahora a él le tocaría excusarse conmigo

jueves, 27 de enero de 2011

"Yo no tengo nada mejor que dar que a mí mismo"

José Carlos Aranda,doctor en Filología Hispánica y ensayista

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


 
Foto: Jordi Play
Un privilegio
Este hombre reflexivo y sin arrogancia es profesor de secundaria –¡qué privilegio tener un maestro de esta categoría!–, defiende el entusiasmo como herramienta vital y la búsqueda de sentido como norte. Filólogo amante de la filosofía, mezcla ambas en un extraño y bello ensayo: El libro de la gramática vital (Almuzara). La aventura de nuestra vida es una novela, explica. Como todo texto, en sí, es la unidad de comunicación más compleja que podemos diseñar, y la única que de verdad importa. Siguiendo la retórica clásica: primero inventio, saber qué quieres; luego dispositio, planificar y estructurar cómo vas a ejecutarlo, y por último, expositio, hacerlo realidad: vivir la vida que has elegido.
¿Qué tiene que ver la gramática con la vida?
Nuestros actos están determinados por nuestros pensamientos, que formulamos con palabras, frases, oraciones...

¿El habla me condiciona?
Del dominio del lenguaje depende nuestra capacidad de elaborar reflexiones más o menos profundas y producir actos combinados. Imagine que suprimiéramos el yo.

¿Nuestra realidad cambiaría?
La individualidad sería impensable. Viviríamos en el universo de las hormigas.

La vida humana está llena de incoherencia, lapsus, errores...
Sí, pero la incoherencia en la vida conduce a la frustración y a la infelicidad de la misma forma que la incoherencia gramatical conduce a una frase sin sentido.

Nuestros actos nos definen.
Nuestra vida es una novela. Los actos y decisiones diarias son la tinta indeleble con la que escribimos su argumento.

Los actos son también el camino que ofreces a los demás para comprenderte.
Así es, yo no puedo juzgar tus pensamientos porque no los oigo, sólo tus palabras. De la misma forma, yo no puedo juzgar tus intenciones, sólo tus actos, que es lo que veo, y a través de ellos compongo tu imagen.

¿Existe una gramática de la felicidad?
Sí, cuando mi proyecto de ser y mis actos caminan en la misma dirección.

De acuerdo, ¿pero qué tiene que ver con la gramática?
En la lengua antes de hablar tienes que saber qué quieres decir: en la vida antes de vivir tienes que saber qué quieres ser.

Pues lo saben bien pocos…
Hay que desprenderse de todo para mirarse a uno mismo y comprender que lo primero es la propia existencia, y que si no te tienes a ti mismo no tienes nada. Hay un proyecto de ser que preexiste, está en el pensamiento.

¿Cómo descubrirlo?
Coja papel y lápiz y describa al detalle cómo desearía que fuera el hijo de sus sueños: deportista, intelectual, artista, con fe, sin fe… Acaba de definir su propio ideal, el que no alcanza por las vicisitudes, el que no se atreve a buscar.

No nos atrevemos porque las cosas sean difíciles, sino que son difíciles porque no nos atrevemos, decía Séneca.
Muy a menudo somos elefantes de circo: una experiencia inoportuna nos condena a un estado de frustración y nos impide tener la valentía de actuar en la vida.

¿Qué tienen que ver los elefantes?
En los circos ambulantes los ataban a una estaca, sólo tenían que tirar un poco para liberarse, pero no lo hacían porque ya lo intentaron de pequeños y de adultos seguían pensando que era imposible.

Entiendo.
Debemos ser muy conscientes de que la lengua es el sistema operativo que instalamos en cada mente al nacer. Un mal ordenador con un buen sistema operativo da muchísimos mejores resultados que a la inversa.

La genética también nos determina.
Sí, y mis circunstancias son mi realidad, pero sobre ambas está mi voluntad, mi pasión por ser. Lo que yo toco se transforma en función de mi deseo de ser. La realidad es la piedra, dásela a un arriero cansado y hará un asiento, dásela a Miguel Ángel y hará La Piedad. Estamos hablando de una misma realidad, ¿qué la transforma?... El telos de Aristóteles, la esencia en el ser que comporta un destino.

No somos los autores exclusivos de nuestro propio personaje.
La realidad actúa en mí en función de cómo yo la concibo y cómo la manejo. ¿Pero por qué esos impulsos negativos que nos impiden disfrutar? Los malos sentimientos prosperan porque tenemos capacidad de sentir. La misma tierra que abona el rosal hace crecer la mala hierba, con lo cual habrá que estar muy atento, arrancarla cuando nace para que no se adueñe de nuestro espíritu.

Reglas para una buena sintaxis vital:
Coordinar nuestros actos en función de lo que pretendo ser en la vida. Y el principio de la linealidad, cada cosa en su momento: normalmente vivimos como en un trastero revuelto y hay que iluminar objeto por objeto, descomponer los tiempos, ser sólo madre cuando estás con tu hijo, ser sólo amante y amiga cuando estás con tu pareja...

¿Y usted a qué conclusión ha llegado?
Que podemos ser felices si trabajamos en ello. Hay que crear espacio y tiempos para reestructurar sentimientos y sensaciones, positivizar lo negativo. Decía un viejo indio: dentro de mí viven dos lobos, uno me lame la mano, el otro trata de morderme el cuello. ¿Quién ganará? Aquel que yo alimente.

¿Qué hacer con la falta de autoestima?
La única solución es volver al origen: la respiración, ir a lo esencial para descubrir que lo maravilloso es que estás vivo. Y si te has fallado a ti mismo, busca tu reflejo en los demás, porque te darán una imagen de ti mismo mucho más real que la que tú tienes.

¿Qué intenta darle a sus alumnos?
Yo no tengo nada mejor que dar que a mí mismo, el conocimiento es una excusa.

¿Qué necesitan?
Cariño, sinceridad y que se les hable claro; y enseñarles a combinar. Muchas veces perdemos la oportunidad de realizar las cosas porque queremos que la realidad se adecue a la visión que tenemos de lo que debe ser. Mejor combinar los elementos de que dispongo para acercarme a mis objetivos.
 

miércoles, 26 de enero de 2011

"El círculo compasivo incluirá a todo ser capaz de sufrir"

Jesús Mosterín, profesor de investigación del CSIC y defensor de los toros

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

Foto: XAVIER GÓMEZ
La nación es noción
La nación para Mosterín no es más que una noción; un artilugio mental: como Dios, las religiones organizadas o los partidos políticos. Por eso, no hay razón alguna para recortar las libertades individuales de lengua, religión, costumbres o viajes en nombre de esas entidades ¿estadísticas hipostasiadas¿. Escucho a Mosterín defender con razones la libertad de las personas, que no debería tener más límite que el respeto a la de los demás, pero también barrunto que ¿falsas o no¿ esas ¿entidades estadísticas hipostasiadas¿ siguen siendo útiles a la mayoría de los mortales, que sin cuestionárselas pueden ir tirando con ellas hasta la tumba. O al menos, hasta que se les den o encuentren otras.
Al explorar la Patagonia, Darwin se extrañó de que los indígenas fueran  solidarios hasta la ternura con los de su tribu y, en cambio, cedieran a sus hijos a los prisioneros de otras tribus como juguetes para que aprendieran a torturarlos.

...
Aquellos niños sacaban los ojos y destripaban a otros seres humanos durante días ante la orgullosa mirada de sus progenitores...


¿Por qué hoy ya no torturamos aquí de forma tan alegre a otro ser humano?
Eso se pregunta Darwin. Y la respuesta es por la empatía: la compasión.


¿Lo que nos hace personas es que podemos 'con-padecer' a otras personas?
Sí, y existe un fundamento fisiológico para explicar esa capacidad de  compasión, que se basa en unas neuronas, las neuronas espejo, descubiertas por Rizzolatti.


Pero sólo se disparan con humanos.
Nuestras neuronas espejo se disparan cuando vemos a otras criaturas   realizar una acción parecida a la nuestra.


Compadecemos a nuestros semejantes.
Darwin describe cómo, en principio, sólo sentíamos compasión por los más  próximos, los de nuestra familia; pero después compadecimos también a los  del clan; y después fuimos extendiendo nuestra empatía a los de misma tribu; pueblo, nación, raza...


Supongo que eso es progreso moral.
Darwin, que se opuso a la esclavitud de los negros, lo llama el “círculo en  expansión de la compasión”, y se pregunta dónde está su límite. Y responde que ese círculo compasivo “se irá extendiendo hasta que abarque a todas las criaturas capaces de sufrir”.


¿Entre ellos los toros?
Sí. Por eso intentamos evitar sufrimiento innecesario a otros seres vivos como los toros.


¿Al prohibir las corridas no nos privan de la posibilidad de decidir no ir a verlas?
Veo que se apunta usted al “prohibido prohibir” libertario, pero la libertad sólo  se da entre seres humanos adultos que interactúan voluntariamente y no  incluye el derecho a hacer sufrir innecesariamente a otro ser vivo, como un toro, un prisionero o cualquiera que esté bajo nuestro dominio.


¿Por qué no prohibir entonces el foie de torturadas ocas, o las granjas donde gallinas y cerdos sufren lo indecible, o...?
Hay que prohibirlo también. Una cosa es que los animales sean nuestros  esclavos y nos los comamos para sobrevivir, y otra es torturarlos innecesariamente. Podemos obtener, por ejemplo, huevos sin torturar  gallinas: ¿mira usted los números de los huevos?


¿...?
Si se fija en la cáscara de los huevos antes de comprarlos, verá que tienen  unos numeritos impresos del 0 al 5 según el grado de crueldad al que hayan  sido sometidas en la granja las gallinas. Yo recomiendo comer sólo huevos que tengan el 0 o el 1.


Pero la tauromaquia y la caza deportiva crean tanta riqueza y empleos...
También actividades delictivas como la mafia o el narco crean muchos  puestos de trabajo y no por ello son deseables.


Sin corridas, desaparecerá la noble casta hispana del toro bravo...
Para evitarlo, propongo convertir las dehesas ganaderas en parques naturales, donde los toros vivan en libertad y podamos contemplarlos en su medio.


Los animales también nos han devorado cuando han necesitado alimentarse.
Es muy raro que un predador devore a un humano, pero en cambio se hallan  a menudo en excavaciones restos de humanos devorados por otros humanos: caníbales. Los predadores tienen presas específicas, y el ser humano no es presa específica de ningún predador conocido.


Parece usted franciscano.
Ni siquiera soy cristiano. Y tampoco lo era Jesucristo, un santón judío al que san Pablo convirtió en Mesías e incluso en Dios.


...
Después, el emperador Constantino zanjó la discusión sobre la Santísima  Trinidad y la divinidad de Cristo, en el concilio de Nicea.


¿Cómo?
Arrio la cuestionaba y Constantino pidió consejo a Osio de Córdoba, quien  respaldó la postura de Atanasio de Alejandría, creador del misterio de la  Santísima Trinidad, que, desde ese concilio, es dogma de fe.


No tiene usted muchos dogmas.
Ni religión establecida, pero experimento una sensación de comunión con el  universo entero y en especial con los seres vivos.


¿La bondad es la naturaleza?
La naturaleza produce cosas viables pero no óptimas: es perfectible.


Sólo hay que ver las muelas del juicio.
O cómo una camiseta de fibra transpira mejor que la de algodón natural. Por eso, no veo lejano el día en que sustituyamos la imperfecta alimentación natural por otra sintética más adecuada a nuestras necesidades.


¿Qué es la vida, profesor?
De momento, nos falta perspectiva para definirla. No la tendremos hasta que podamos estudiarla en otros rincones de la galaxia, si la hay. Por eso, nuestra biología hoy es más ciencia provinciana de la vida en la Tierra que ciencia universal de la vida en general.


Eso suena a 'Star-Treck'.
Yo no me he apeado nunca de la razón. Si escribo de toros o cristianismo no es por interés personal –ahora me interesa más la cosmología–, sino por servir la función subsidiaria del intelectual: explicar aquello que la gente quiere saber.

martes, 25 de enero de 2011

"Juega a fondo las cartas que te reparte la vida"

Juan Gracia Armendáriz, escritor atrapado por la hemodiálisis

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
 
Foto: Xavier Gómez
Hombre pálido
Juan Gracia le promete a su médico dejar de fumar y su médico le dice que eso es lo de menos, "lo que es inquietante", ríe Gracia. Su vida pende de la máquina que le depura la sangre en la Clínica Universitaria de Navarra, en Pamplona. Su inspirada sensibilidad de buen periodista y afinado escritor se ha exacerbado con la enfermedad, y eso se aprecia en un libro exquisito sobre sí mismo, literatura de la buena: 'Diario del hombre pálido' (Demipage). Hablamos de la relación entre literatura y enfermedad (Dostoyevski, Kafka, Bernhard, Bolaño...) y me aconseja buenos libros leídos en la hemodiálisis: 'Herzog' (Bellow), 'Patrimonio' (Roth), 'La carretera' (McCarthy) y 'Sukkwan Island' (Vann).
Escritor o enfermo?


Yo no soy mi enfermedad. Mi enfermedad es sólo una circunstancia de mi vida..., aunque muy condicionante.

¿Hasta qué punto?
Tres días por semana, cuatro horas por día, yo los paso conectado a un riñón  artificial, una máquina en un hospital.


¿Qué pasaría si no acudiese a esa cita?
¡Moriría! Mi riñón no filtra líquidos tóxicos del organismo: mi sangre se  envenenaría, mi cuerpo se hincharía y los órganos fallarían, se colapsaría el corazón...


¿Desde cuándo vive así?
Desde hace tres años, cuando mi riñón trasplantado dejó de funcionar.


¿Vivía con un riñón trasplantado?
Sí, desde los 21 años. Y me ha hecho muy buen servicio: ¡durante veinte  años he llevado una vida normal! Incluso diría que he hecho más cosas que la mayoría: carrera, doctorado, trabajos, matrimonio, docencia universitaria, siete libros publicados, viajes...


¿Y ahora?
Ahora estoy muy limitado: en mi dieta, en mis movimientos... No puedo  comer verdura y fruta, pocos líquidos (¡siempre siento sed!). Dieta de  maratoniano: pasta, arroz, pan, con pequeñas porciones de proteína.


¿Hay algo que ahora lamente no haber hecho antes, cuando podía hacerlo?
¡Habría viajado más! Lo añoro. Ahora no puedo viajar. Más de tres días  alejado de la máquina de hemodiálisis, ¡y estoy muerto!


¿Adónde iría?
Escandinavia, Italia, Praga, Berlín... Y a Villa Lumina, en Oaxaca (México): hay allí un precioso bungalow frente al Pacífico, entre cormoranes, delfines y  pelícanos, donde pasé unos días prodigiosos con amigos...


¿Qué más haría?
¡Nadar! Llevo un catéter en la vena cava, para conectarme a la hemodiálisis, y no puede mojarse.


¿Deja esta enfermedad huella en su obra literaria?
La sensibilidad se exacerba, he madurado como escritor... Admiro al Umbral  que escribió sobre la muerte de su hijo en 'Mortal y rosa', obra de arte brillante y honda, sin máscara. Pero para escribir hay algo imprescindible: la ausencia de dolor físico.


¿En qué quedamos?
No se puede escribir nada en lo peor de una gripe. Pero la literatura es una muleta ante el dolor de la existencia. ¡Ojalá no hiciese falta la literatura...! Los dioses no escriben...


¿Le ayuda su enfermedad a escribir?
Yo siempre me quejaba de no tener tiempo para escribir... y esta enfermedad  me ha dado todo el tiempo. ¡Qué bromista es la vida!


¿Qué más le ha traído la enfermedad?
Compañeros de hemodiálisis impresionantes. Diez personas sentadas en  nuestros sofás durante horas, sin alternativa. Me dan una lección diaria de entereza, dignidad y humor. Cada gesto, cada mirada adquiere un valor brutal. ¡Verdaderos camaradas...!


¿Qué ha aprendido con ellos?
Que voy a jugar a fondo las cartas que me reparte la vida a cada instante. Y que el humor salva. ¡Todos los días allí nos reímos...!


¿En quién piensa?
En Gregoria, una adorable señora mayor con la que coincido en hemodiálisis, que el otro día nos soltaba: “Pero, a ver..., ¿cuándo nos sacarán de aquí...?”. Ja, ja, ja...


¿Es eso posible?
Sólo con un trasplante –a más edad, menos viable– o bien con la llegada del  día en que células madre puedan generar un riñón.


¿Ha vivido alguna situación extrema?
El primer año padecí infecciones, operaciones consecutivas, ¡un infierno hospitalario! Cuando tienes el alta, te asomas a la calle... y ves que la gente va en bicicleta, camina... Percibes que el río de la vida ha seguido fluyendo sin ti, y que ahora tú te reincorporas a su flujo y es... ¡es fantástico!


¿Llegas a sentir que caminar por la calle es un privilegio?
Lo es. ¡La vida es un regalo corto y precioso!


¿Cómo es su vida cotidiana ahora?
Gimnasio (me conviene sudar), paseos por el campo, leer muy buena  literatura y... lo mejor: sentarme al ordenador a escribir. ¡Escribir es un acto vitalista, de afirmación en la vida, incluidos Cioran, Houellebecq...!


¿Piensa a menudo en la muerte?
Ya he pedido que, si muero, lo sepan enseguida mis camaradas de  hemodiálisis. Un día no apareció uno, Francisco, y estuvimos intrigados y preocupados durante días...


¿Qué pasó?
Había muerto. Y los médicos no nos dijeron nada. Le dedico mi libro. ¡Qué falta de humanidad!: ¿no entienden los médicos que entre los pacientes se crea una fraternidad intensísima? Los médicos son técnicamente buenísimos, pero fallan en la información y la comunicación personal, en lo emocional. ¡Yo le daría una paliza al doctor House!


Desde su actual perspectiva: ¿qué es lo mejor que diría que ha hecho en su vida?
¡Adoptar a mi hija, Alejandra! Fuimos a China a buscarla. Es amor  incondicional. Vive en Madrid con su madre, y alejarme físicamente de ella es siempre lo más duro... La veo los fines de semana.


¿Qué consejo daría a alguien que esté a punto de ingresar en un hospital?
Afróntalo como una oportunidad para mejorar personalmente.


¿Así lo hace usted?
Y fantaseo: hasta pienso que la sangre de mi hemodiálisis es el alimento que sustenta todo el sistema hospitalario y sanitario, ja, ja...

lunes, 24 de enero de 2011

" Las medicinas curan o causan cualquier enfermedad"

Joan-Ramon Laporte, jefe del servicio de farmacología en Valle Hebrón

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
 
Foto: Xavier Cervera
Alma médica
No debió ser fácil crear hace 26 años una fundación (Institut Català de Farmacología) que investiga y denuncia los fármacos que representan algún peligro para la salud. Habrá de todo, pero en la industria farmacéutica hay sobre todo dinero, poder e influencias. "..Parece que hayan perdido su alma médica y se hayan quedado únicamente con su alma comercial", dice Laporte que sabe de lo que habla, entre otras cosas presidió el comité de medicamentos esenciales de la OMS (2003/04) cuando se consiguió que se aprobaran los antirretrovirales genéricos que salvaron tantas vidas en África. Aquí ofrezco solo una décima parte de lo mucho que me contó: el negocio de la salud da para hablar.
La diferencia entre un medicamento y un veneno radica en la dosis.


¿Analiza fármacos que ya están en el mercado?
Sí, porque cuando un fármaco sale al mercado ha sido probado por unos pocos miles de voluntarios, pero al comercializarse en todo el mundo es tomado por millones de personas y es entonces cuando pueden aparecer efectos indeseados, en ocasiones con desenlace mortal.


¿Cuál es el medicamento que más gente ha matado?
La aspirina, porque es el medicamento que más gente ha tomado y la  percepción de su riesgo está distorsionada. A dosis bajas -cien miligramos al  día- es un excelente protector cardiovascular, pero a dosis analgésicas -un gramo- puede producir hemorragia gastrointestinal.


¿Hay datos?
En Catalunya se producen unos 3000 casos anuales de hemorragia  gastrointestinal de los que un 40% son atribuibles a la aspirina y a otros antiinflamatorios. En EE.UU. mueren al año por hemorragia gastrointestinal por antiinflamatorio unas 15.000 personas; mientras que de sida mueren  12.000.


Impactante.
Cualquier enfermedad puede ser producida por un medicamento: un infarto de miocardio por un antiinflamatorio y por muchos otros fármacos; una  neumonía, cualquier enfermedad neurológica o patología psiquiátrica puede ser favorecida por medicamentos.


Veo que lo de los efectos secundarios va en serio.
Muchos causan depresión, como algunos que tratan la presión arterial o los diuréticos en personas de edad avanzada. Los medicamentos para el insomnio pueden provocar crisis de agresividad, muchos casos de irritabilidad al levantarse se debe a medicamentos de este tipo, como las benzodiacepinas
u otros hipnóticos de acción corta.


¿Estamos hipermedicados?
Sí, llegamos al punto de que cuando una persona está triste se dice  coloquialmente que esta depre. Los antidepresivos solo sirven para una depresión profunda, y la tristeza no es una enfermedad, es una reacción saludable.


¿No hay medicamento sin efectos indeseados?
No, cada medicamento tiene su peaje. La Agencia Europea del Medicamento calcula que cada año fallecen en Europa 197.000  personas a causa de efectos adversos. En EE.UU. los efectos adversos son la cuarta causa de muerte, detrás del infarto de miocardio, el ictus y el cáncer; y por encima de la diabetes, las enfermedades pulmonares y los accidentes de tráfico.


¿Es una lotería?
No, si la toma o la prescripción del medicamento fuera más atenta a los  riesgos que conlleva se calcula que se podría evitar entre un 65% y un 75% de estas muertes.


Anunciar fármacos por televisión debería estar prohibido.
Opino lo mismo. En España solo se pueden anunciar los que no financia la Seguridad Social, sino la arruinarían. Somos el país de Europa que en relación al PIB, más medicamentos consume.


Hablemos de sus precios.
Son arbitrarios. Fabricar el medicamento más caro, de cien a quinientos  euros, no cuesta más de dos euros incluyendo el envase. Supuestamente pagamos el esfuerzo de investigación. Pero entre un 30% y un 40% del gasto medio de los laboratorios se destina a la promoción comercial.


El precio lo negocia el Gobierno.
Sí, pero con poco éxito. En España el precio del medicamento está  alcanzando el de Alemania que nos duplica la renta per cápita.


Qué gran negocio.
Según el informe de desarrollo de la ONU es el tercer sector económico detrás de la industria armamentística y el narcotráfico.


Dicen que se inventan cada año nuevas enfermedades.
Sí, sobre todo en relación con la mente y el sexo. Convierten la timidez en enfermedad y la medicalizan. Ahora se han inventado la disfunción sexual femenina: “Padeces disfunción sexual femenina..., no se ría...


De acuerdo.
…Si en los úlitmos seis meses has rechazado una proposión de relación sexual o no has tenido una con satisfacción plena”. Cada vez que se reúne uno de los comités de hipertensión arterial (el estadounidense, el europeo, o el de la OMS) bajan el nivel de presión arterial considerado normal, y lo mismo ocurre con el colesterol.


Explíqueme.
En pocos años se ha disminuido de tal manera el límite de normalidad del colesterol que cada vez hay más población que debe tratarse. En EE.UU. ha aumentado de 3 millones de personas a 25 en 10 años.


Asombroso.
La industria farmacéutica dedica el doble (en España el triple) de su  presupuesto a promoción comercial que a investigación. Una visita del  representante comercial viene a generar unas 35 nuevas recetas del  medicamento. Lo asombroso es que no haya en Sanidad una especie de central de compras de medicamentos con gente formada.


¿Quién se ocupa de la formación continuada del personal sanitario?
Los laboratorios, así que es muy difícil asegurar que no haya una influencia de intereses comerciales.

viernes, 21 de enero de 2011

"Esto no es una crisis, es un cambio histórico"

Don Tapscott, experto en estrategia de negocios a través de internet

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
 
Foto: Jordi Roviralta
Esperanza
Acuñó el concepto ¿economía digital¿, es una autoridad en cómo las tecnologías de la información cambian las empresas, el gobierno y la sociedad. Miembro del Foro Económico Mundial, dirige programas de investigación y educación, y es consultor de diversos gobiernos. Su idea fundamental es que a pesar de la crisis hay espacio para el optimismo. ¿En todos los rincones del mundo y en todos los sectores, un nuevo modelo de innovación económica y social está arrasando. La gente con dinamismo, pasión y pericia toma ventaja de las nuevas herramientas web¿. Dos de sus libros, Wikinomics (superventas en EE.UU.) y Grown up digital (La era digital), están traducidos al español.
Esto no es sólo una crisis económica, estamos ante unmomento de cambio histórico: la era industrial y todas sus instituciones se han quedado sin energía.

¿No salva nada?
Periódicos, universidades, corporaciones, gobiernos, educación, sistemas de salud, red de energías..., todo está basado en modelos de la era industrial, y están fallando.

Ha habido otras crisis.
Igual que la imprenta de Gutenberg permitió evolucionar de un modelo agrario a la era industrial con todos sus cambios sociales y de gobierno, internet nos lleva de la era industrial a la digital.

Y todas nuestras instituciones están todavía en el modelo industrial...
Sí, en las universidades se da la educación industrializada: una clase magistral de uno a muchos; como en los medios de comunicación, la producción y distribución masiva, los servicios de salud y la democracia, una élite de políticos y una masa que los elige.

¿Cuál es el nuevo modelo?
Hay cinco principios para construirlo. El primero es la colaboración, modelo opuesto a la jerarquía. Ahora la colaboración se puede dar en una escala astronómica: millones de personas han creado una enciclopedia.

¿Es extrapolable?
Linux, el sistema operativo gratuito, ha sido creado por cientos de miles de colaboradores. La tercera parte de las motocicletas que se fabrican en el mundo son el resultado de cientos de pequeñas compañías que se encuentran para colaborar.

Segundo principio.
Apertura y transparencia.

Eso va en contra de las maneras de hacer de los gobiernos del mundo.
Sí, pero la luz es un buen desinfectante. Todo el mundo está preocupado por Wikileaks, que es sólo la punta del iceberg. Hay muchas cosas feas dentro de los gobiernos y las corporaciones, y cuando salen a la luz evolucionan para mejor.

Tercero.
Interdependencia, los negocios no pueden triunfar en un mundo que está fallando. Si España no pagara su deuda soberana, el euro en su conjunto se hundiría y llevaría al mundo entero a la depresión.

Cuarto.
Compartir la propiedad intelectual, que ya no es necesaria. The Guardian ha liberado todas sus ediciones pasadas, IBM entregó 400 millones de dólares en software a Linux, que se encarga de desarrollarlo con voluntarios y de paso IBM aprovecha para desarrollar un negocio multimillonario de hardware ligado a este nuevo software. Compartir es crear riqueza.

Cinco.
La integridad. Las instituciones del mundo en el que vivimos no han sido construidas sobre la integridad.

Ya.
La falta de integridad de los banqueros casi destrozó el modelo capitalista en su totalidad. El resultado de la falta de honradez de los banqueros de Nueva York es un 40% de desempleo juvenil en España.

El modelo capitalista está basado en la ley del más fuerte y el más listo.
Ese es el capitalismo de la era industrial y no volverá. Muchas corporaciones se están viendo obligadas a la transparencia y están mejorado gracias a ella.

¿Cuáles son los ejes del cambio?
La comunicación global: internet; las nuevas generaciones, que son nativos digitales; la revolución social, a través de las redes sociales, y los emprendedores.

Las empresas ¿también cambian?
Hasta ahora el talento estaba dentro de las instituciones. Procter & Gamble tiene 700 químicos contratados, pero el 50% de sus innovaciones viene de comunidades de internautas. Las empresas están dejando de seguir modelos piramidales.

Hablemos de gobiernos.
Todos están en crisis. El Gobierno español, por ejemplo, les sale a los españoles carísimo, y no digamos la sanidad.

¿Alternativas?
Yo como gobierno tengo muchísima información y voy a publicar datos brutos. Por ejemplo, estadísticas de crímenes, emisiones de gas en las casas, actividades de emprendedores y otras muchas categorías.

Bien.
Proveyendo toda la información tienes a ciudadanos y empresas que pueden organizarse para crear valor público. Me reuní con el alcalde de Melbourne porque tenían un problema de accidentes de bicicleta. Simplemente le propuse que publicara en internet todos los datos que tuviera sobre ese tipo de accidentes.

¿Y?
En 24 horas alguien creó una página web con el mapa de los lugares con más riesgo de accidente; y a esta le siguieron muchas otras. En una semana estaban salvando vidas con un coste cero para el gobierno.

La idea es un gobierno plataforma.
Sí, que libera información permitiendo al mundo organizarse autónomamente para crear valor público con la iniciativa del ciudadano. Hay que revisar la democracia.

Sí, pobre.
El voto de los jóvenes está bajando en todo el mundo y no es un tema de falta de valores, es el momento de la historia en que el voluntariado de los jóvenes es más alto. Quieren participar y ellos son el futuro.
 

sábado, 15 de enero de 2011

"No hay momento malo para hacer algo bueno"

Pere Estupinyà, químico, bioquímico y divulgador científico

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

Foto: Laura Guerrero

El turista científico
Una de sus tarjetas de visita es haber trabajado durante cuatro temporadas como guionista y editor del programa Redes. La beca Knight de periodismo científico le permitió pasar un año en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y en la Universidad de Harvard. Le gusta infiltrarse en los principales laboratorios y centros de investigación del mundo, es una especie de turista científico que invierte sus ahorros en visitar cerebrines. Fruto de esas incursiones son su blog Apuntes científicos desde el MIT y El ladrón de cerebros (Ed. Debate; La Magrana en catalán), un libro ameno y divertido que nos pone al día de lo último en neurociencia, cosmología, genética, psicología, física cuántica...
¿Soy pura química?
Si esta noche sus niveles de testosterona se elevan considerablemente, se lanzará en busca de una aventura amorosa.

¿Y si no tengo éxito?
El “así no me puedo ir a casa” es un mito, la testosterona sube y baja. Pero si tiene éxito disfrutará del subidón de dopamina, la hormona del placer. Y si el sexo ha sido bueno, querrá repetir y al despedirse de su amante puede que note el bajón de serotonina y piense: “Qué especial es esta persona”...

¿Amor?
Quizá tras varios chutes de dopamina esté un poco enganchada, pero si aparece la oxitocina está perdida, su cerebro la segrega en cantidad en cada orgasmo y es la responsable del apego: estar juntos aumenta la confianza y reduce el estrés.

Qué bonito.
No se confíe, asegúrese de mantener los niveles de oxitocina altos a base de orgasmos si no quiere que el apego vaya decreciendo. El drama aparece cuando una relación se rompe por alguna de las dos partes con los índices de oxitocina al máximo.

¿Depresión y obsesión química?
Sí, la serotonina está por los suelos y tus neuronas encargadas del placer ya no segregan dopamina: sufres síndrome de abstinencia; desesperado, tu cerebro pide volver a ver al amado; pero si él no corresponde, abstente, insistir es un suicidio hormonal.

¿Si lo veo, la química se reactiva?
Sí, cualquier neurocientífico experto en adicciones le dirá que la mejor terapia para el desamor es borrar su teléfono.

¡Menudo drama hormonal!
Hay muchos ejemplos que demuestran que la química va por delante de la conducta. La libertad es una ilusión del cerebro. Antes de decidir cualquier cosa, hay unos procesos inconscientes que dan lugar a esa decisión.

Ya que somos química, deme química para estimular la inteligencia.
Participé como voluntario en un estudio del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. que demostraba que la estimulación eléctrica transcraneal hace que aprendas más rápido.

¿Para cuándo su comercialización?
Una de cada cinco personas que toman Ritalin (fármaco para tratar el déficit de atención) no tiene ningún problema de salud. La mayoría son científicos y académicos que quieren mejorar su rendimiento intelectual.

Hemos pasado del determinismo genético al químico.
Investigadores del MIT, como Ed Boyden, reconocen poseer herramientas que cambiarán nuestros cuerpos, mentes e identidades a una velocidad nunca vista.

El humano ciborg ya es una realidad.
Al ingeniero Hugh Herr le amputaron las dos piernas y se puso a trabajar con prótesis; es el padre del tobillo electrónico más avanzado del mundo. Sus piernas ortopédicas le permiten subir paredes con más agilidad que antes y presumir: “Cuando tenga 80 años mis tobillos serán igual de buenos, pero los suyos estarán muy deteriorados”.

Fascinante.
Se está investigando la conexión de la actividad neural con una interfaz que permite interactuar con una pantalla de ordenador. Un parapléjico puede con el pensamiento situar el cursor donde le convenga.

Y la moral ¿también es pura química?
La moralidad tiene un sustrato neurobiológico. No necesitamos que nadie nos explique que matar es malo, lo llevamos insertado de manera innata en las áreas más profundas de la emoción, y florece inconscientemente como los miedos, el hambre o la gramática. Nuestros pensamientos y acciones no dejan de ser impulsos químicos en nuestro cerebro.

El cerebro es la estructura más compleja del universo.
Sí, cien mil millones de neuronas interconectadas. Un prodigio de la evolución, ¡pero, ojo!, el cerebro detesta la incertidumbre y si los sentidos no le dan suficiente información, se la inventa, mezcla memorias reales con recuerdos imaginados para que las historias rememoradas sean plausibles. La duda tampoco le gusta y se aferra a la realidad subjetiva que más le convenga.

Muy humano.
Haga la prueba, intente reconstruir en detalle el momento de su desayuno, ¿se ve a sí misma sentada o caminando por el comedor como si hubiera una cámara en un rincón? Si ve eso, no hay duda de que su cerebro se ha sacado esa imagen de la neurona.

Cerebro complejo y mentiroso.
Si tras conocer unos minutos a alguien que nos ha gustado nos preguntan sobre él, respondemos con gran optimismo incluso a los aspectos de los que no tenemos datos. Hemos rellenado los huecos de información con expectativas.

... Así nos va.
En un estudio formaron dos grupos, uno con personas de autoestima muy alta y otro muy baja. Hicieron unas técnicas muy agresivas de pensamiento positivo y resultó que a los que tenían la autoestima baja les perjudicó, así que mantenga su ironía.

¿Alguna lección vital?
Una reflexión inesperada. Cuando llegó el nuevo director de los Institutos Nacionales de Salud quiso establecer un mapa de ruta muy ambicioso y todos le dijeron: “No es el momento” (andaban mal de presupuesto); pero él respondió: “No hay momento malo para hacer algo bueno”. Su mandato como director fue un éxito.
 

miércoles, 12 de enero de 2011

"El método Tomatis paliaría un tercio del fracaso escolar"


Foto: Mané Espinosa
Audiopsicofonología
El doctor Tomatis trató a Maria Callas (afónica a causa de su mala relación con Onassis), Romy Schneider, Gérard Depardieu... La doctora Cori López le conoció hace 28 años y en París fue su discípula predilecta: de él aprendió los nexos entre medicina, conducta, sonido, neurona, escucha, psique... "Volví a España sabiendo que no podía seguir ejerciendo la medicina como hasta entonces: ¡tenía que ayudar a mis pacientes con este método!", me dice. Y así lo hace (www.neurogrup. es), en beneficio sobre todo de escolares con problemas de aprendizaje. Tomatis mereció la Medalla de Oro del mérito científico de la Academia de Ciencias de París, y su método es hoy terapia oficial en Estados Unidos.
Quién era Alfred Tomatis?




El doctor Tomatis (1920-2001) era físico y otorrinolaringólogo, nacido en París de madre cantante de ópera y padre intérprete de bajo.


¿Qué descubrió?
Que las vibraciones percibidas por el embrión en el útero materno... lo codifican.


¿Con qué consecuencias?
A la tercera semana de gestación aparece en el embrión un preoído que irá madurando con el sistema nervioso: el embrión escucha, y reacciona a esa escucha.


¿Qué aconsejaría a la mujer gestante?
Uno: que procure sentirse bien emocionalmente. Dos: que cante (aunque desafine). Su voz –vía columna vertebral y filtrada por el líquido amniótico– llega al embrión. Eso activa su escucha: le será muy útil afuera...


¿Qué más descubrió Tomatis?
Lo que formuló en la ley Tomatis: “La voz sólo contiene las frecuencias que el oído es capaz de analizar”.


¿Qué entiende por analizar?
Equivale al concepto de escucha, más allá del de audición: por razones diversas podemos dejar de atender, de escuchar una frecuencia sonora determinada.


¿Cómo llegó a esa conclusión?
Su madre le enviaba cantantes de ópera que habían comenzado a desafinar: Tomatis detectó que cada disfunción afectaba a un registro tonal determinado. Y, mediante tests auditivos, descubrió algo inesperado.


¿El qué?
Que la audición de esa persona tenía desactivada la escucha justamente en ese registro.


¿El oído puede hacer eso?
El cerebro lo hace: la escucha es voluntaria, selectiva y de base neurofisiológica. Y ciertos detonantes pueden inhibir la escucha... en una determinada frecuencia sónica.


¿Qué detonantes son esos?
Si está usted encerrado en un cuarto con alguien que empieza a insultarle gravemente, usted bloqueará su escucha. Otro ejemplo: si una madre chilla mucho a su niño, la escucha de ese niño bloqueará ¡por autodefensa, por autoprotección, por reflejo de supervivencia! la escucha de la frecuencia más agresiva e hiriente para él, ese registro sonoro.


¿Y eso es grave?
¡Ese niño tendrá problemas de aprendizaje en la escuela! Su escucha falla en algún punto... y no comprende bien a la profesora.


¿Y curó Alfred Tomatis a sus pacientes cantantes de ópera?
Sí. Ideó una terapia: un oído electrónico. Este aparato amplifica una grabación de voz o de música justo en esa frecuencia en que al paciente le falla la escucha. Y mediante unos auriculares se le hace escuchar esa  rabación durante varias sesiones...


¿Y luego qué?
¡Eso activa la base neurofisiológica de la escucha! Al cabo de esas sesiones, la escucha queda restaurada: el cerebro recupera capacidad para analizar esa frecuencia, tenerla en cuenta, ¡escucharla! Y, entonces, esos pacientes volvían a cantar bien.


¿Así de fácil?
¡Sí! Y entonces el doctor Tomatis se dio cuenta de algo extraordinario...


¿De qué?
Esos cantantes, tras las sesiones de restauración de la escucha, ¡mejoraban también psicológicamente, recuperaban su armonía anímica! Así creó la audiopsicofonología.


¿Oído y psique están vinculados, pues?
Tomatis comprendió algo que hoy la neurociencia constata: la inhibición de la escucha en una frecuencia concreta expresa un trauma psicológico, un conflicto anímico.


¿Qué tipo de conflictos?
La ansiedad sobre todo: ¡el método Tomatis es un potentísimo ansiolítico! Y disfunciones conductuales, tics, miedo a hablar en público, algunas depresiones y psicosis... El método Tomatis los sana mediante la reparación de las disfunciones de escucha.


¿Cómo funciona este método?
Una vez localizado –mediante ciertos tests diseñados al afecto– el registro que el paciente no escucha, se le somete a sesiones de escucha de una música o voz amplificada en ese registro. Y así se activan los enlaces neuronales inhibidos... y entonces vuelve a escuchar bien el mundo, a armonizarse, a tomar plena conciencia de sí mismo.


¿En qué casos es especialmente recomendable el método Tomatis?
Si se aplicase sistemáticamente en nuestros colegios..., el actual 30% de fracaso escolar español ¡descendería a la mitad!


¡La mitad! Eso es muchísimo...
¡Por eso es escandaloso que no lo apliquemos! En Polonia se aplica en 200 escuelas, con grandes resultados y a un coste bajísimo. Tras varias sesiones de escucha, el niño con dificultades se centra, mejora su comprensión oral y lectora..., ¡solventa sus dificultades de aprendizaje!


¿Qué se le hace escuchar?
Música de Mozart o la voz de la madre, filtrándolo todo en las frecuencias convenientes en cada caso.


¿Por qué Mozart?
Los compases de su música coinciden con el ritmo neurológico humano. También es útil el gregoriano, que nos acompasa con el correcto tempo fisiológico respiratorio.


Si este método es tan útil, ¿por qué no está más extendido?
Por resistencias por parte de psicólogos convencionales. ¡No puedo entenderlo! Me indigna, porque esas reticencias están frenando unas mejoras colosales.