La propaganda politica no consiste tanto en informar sobre los éxítos como en ocultar los fracasos, es la ciencia de la ocultación, de la negación de la evidencia, del aborregamiento masificado. Lo que no se muestra en los medios no es real, los miles de suicidios, los millones de niños en peligro de exclusión social, los cientos de miles de familias desahauciadas o las interminables listas de espera, no aparrecen en las pantallas y por lo tanto no existen. Si alguna voz se alza mostrando las miserias, es acusado de alarmista, de demagogo y se le envia al limbo de los ignorados, no conviene desperezar al ganado, no sea que se de cuenta que lo conducen al matadero y se produzca la estampida. Vivimos en el mejor de los mundos, porque si otro mejor fuera posible, nuestros politicos, nuestros gobernantes y nuestros jueces, ya nos lo hubieran conseguido.
JUANMAROMO
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