domingo, 22 de marzo de 2015

EL CUERPO HUMANO, UNA MÁQUINA CASI PERFECTA

A diferencia de los ingenios creados por el hombre, el cuerpo humano es una maquina casi perfecta, consume muy poca energía, es capaz de funcionar mucho tiempo sin repostar y lo que es más importante, se autorepara. Si su automóvil sufre un contratiempo, deberá llevarlo al planchista y seguramente cambiar alguna pieza, pero el cuerpo humano se repara a si mismo de la mayoría de los incidentes, solo los más graves necesitan pasar por el quirófano y lo mismo sucede con las averías.
La enfermedad es un aviso de que algo no estamos haciendo bien, y el organismo nos manda señales de alarma para que pongamos solución, si hacemos caso omiso, la enfermedad se cronificará o llegará a amenazar nuestra vida, ¿que debemos hacer cuando el cuerpo nos avisa?. Lo primero identificar las causas y eliminarlas si ello es posible, lo segundo dejar de inocularle venenos alimentarios y dejar que el sistema inmunitario restablezca el equilibrio ayudado por el descanso y el sosiego, el estres es uno de los peores enemigos de la salud. 
Somos lo que comemos, cada alimento que tomamos pasa a formar parte de nuestras células para bien o para mal, si rompemos el equilibrio ingiriendo tóxicos, se desencadenará una reacción de insospechadas consecuencias, la mayoría de las llamadas enfermedades autoinmunes, provienen de una alimentación toxica que acaba desequilibrando el organismo, ¿que débenos hacer cuando enfermamos?.
Ante todo identificar los orígenes del mal y dejar que el organismo se regenere ayudado por una alimentación sana y los remedios que la madre naturaleza pone a nuestro alcance. Desde luego que debemos consultar con el médico, pero no con un expendedor de recetas que nos visitará sin mirarnos, si no con un medico que merezca tal nombre y sea capaz de mirar más allá de una radiografía, un ser humano capaz de escuchar, tocar y aconsejar mirándote a los ojos y no s la pantalla del ordenador.
La medicina natural actúa más lentamente, pero sus efectos son permanentes y no tienen efectos secundarios, dejemos las pastillas para los casos estrictamente necesarios, nuestra salud nos lo agradecerá y el ecosistema también.
JUANMAROMO

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