sábado, 29 de diciembre de 2012

TIEMPO DE DESCUENTO


Hay momentos en la vida en que sientes que el tiempo se detiene, que los péndulos se atoran y un silencio sepulcral lo inunda todo. El sol se eclipsa y la tinieblas te invaden la mirada, el corazón se desboca y parece estalla en el pecho.
El aire se hace espeso en los pulmones y te impide respirar ni en un suspiro, entonces ves la muerte, pero no la muerte amiga, la muerte redentora, ves aparecer la guadaña que te siega la vida, la ilusión, las esperanzas, el amor. Te aferras a la vida, porque morir así es la peor de las muertes, es hundirte en la desesperación, entregarte a los infiernos. En un supremo esfuerzo recobras el aliento, sacudes a patadas a la dama de negro y recuperas el resuello, el corazón se encabrita buscando una esperanza y los bronquios aúllan un último resuello. Cuando la última campanada resuena en tu cerebro, te levantas como un zombi pateando la lona y caminas sin rumbo buscando una salida, de pronto el tic tac del reloj cobra su pulso, los péndulos retoman su ciclo y el sol parpadea entre la nubes, te desplomas rendido en la butaca recobrando el aliento y comprendes que has ganado una batalla, pero que la guerra, la guerra contra los miedos, la soledad y las tinieblas no ha hecho más que empezar.

JUANMAROMO

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