viernes, 23 de septiembre de 2011

LA CAIDA DEL IMPERIO DE OCCIDENTE




A principios del siglo V, la mayor potencia del mundo conocido estaba sumida en una crisis estructural, había conquistado y sometido a cientos de pueblos imponiéndoles unas condiciones comerciales draconianas, había explotado sus recursos y borrado sus culturas imponiendo sus leyes y sus costumbres, todo el imperio hablaba la misma lengua y tenía la misma religión.
Hacia decenios que la expansión había terminado, se levantaron murallas para proteger las fronteras y las costumbres fueron relajándose. La tasa de natalidad había caído en picado, la corrupción se cebaba en todas las instituciones, y los ciudadanos romanos despreciaban el trabajo duro, miles de trabajadores germanos y eslavos fueron admitidos para cubrir los puestos que nadie quería ocupar, hasta el ejército, antaño motivo de honor y servicio para la nobleza tuvo que ser ocupado por mercenarios a sueldo procedentes de fuera de las fronteras del imperio. Los cesares eran puestos y depuestos por los patricios y el senado apena tenia voz en este maremágnum. La iglesia había extendido sus alas sobre Roma y exterminado el espíritu que había hecho de esta ciudad la capital del mundo. Los historiadores clásicos nos hablan de invasiones, destrucciones y saqueos, pero no hacía falta, el imperio había caído por su propio peso, sencillamente estaba podrido....
Los Chinos son los Hunos de nuestros días, si estudiamos la historia en profundidad vemos que estamos en el mismo estadio en el que el imperio de Occidente se hundió en sus propias cenizas. Los países emergentes, los "barbaros", están comprendo nuestra deuda, no hace falta que nadie nos invada, nos estamos vendiendo palmo a palmo y hombre a hombre, dentro de unos años solo tendrán que presentar la factura.

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