viernes, 17 de diciembre de 2010

¡¡NI SE TE OCURRA!!

-Veamos.-Dijo la mujer de tetas como tartas introduciendo las claves del cuestionario en una ficha del nuevo cliente. Mientras tecleaba, él permanecía algo estresado con los codos sobre el mostrador.
-Sí. Podrá entrar. He metido las respuestas de su cuestionario en el ordenador y los dígitos le posibilitan acceder al área. Más debo informarle primeramente, esto no es llegar y besar el santo, dada su peligrosidad.
-Sí, comprendo. Soy todo oídos.
-Verá. Existen los juegos de rol donde hay que vérselas con el balverino, por ejemplo, así cómo los parques temáticos donde se asiste a un modelo de vida virtual. Nosotros le ofrecemos algo superior a jugar a la realidad virtual, o a permanecer en un parque de atracciones donde se viven momentos ambientados conforme a la época. Esto cómo digo es superior. En el momento en que entre por esa puerta viviría en tiempo real e in situ, situaciones realistas en primera persona. Somos más que temáticos ya que se las verá con monstruos, y más que un tablero de rol, porque aquí la emoción cuenta, cómo también cuenta el cuestionario que rellenó, que de no haber sido aprobado por la computadora no podría tener acceso al juego real.
-Sí, todo eso ya lo he leído en sus folletos, y sé que sólo el siete por ciento de los aspirantes logran poder jugar una partida, dado que ninguna persona está preparada para acceder al área si el test no da positivo, y también sé que psicológicamente solo estamos preparados unos pocos. Más ¿Qué hay dentro en verdad?
-Sí claro, tengo que informarle, es mi deber, puesto que en el momento en que entre por esa puerta no habrá marcha atrás ni esta permitido el abrirle la verja, una vez que cruce la puerta habrá una aventura real llena de peligro, donde a todos les ocurre que les pesa, nada más pasados los primeros tres minutos el haber accedido al parque. Pero hay algo más: Antes de entrar y solo aquellos que superen las pruebas, puede asistir a un vídeo que da el monitor sobre lo que le esta pasando a alguno de nuestros jugadores. Acompáñeme, vea el vídeo y si aún así está convencido podrá acceder. No es solo el test: Hay que estar demasiado preparado para lo que dentro sucede realmente. Yo trabajo aquí y le diré que seria incapaz de meterme dentro. No estoy preparada, no es fácil.
Un hombre con taparrabos permanecía rodeado de leones que le miraban furiosos. El jugador, al borde de un colapso, sudaba, miraba hacia atrás más la puerta de salida estaba cerrada.
-¡Hostias!-Grito el aspirante. Pero se tranquilizó: el del taparrabos sacó una escopeta y se lió a tiros con los felinos salvajes hasta que cayeron a sus pies.
-Ahora le pondré el monitor dos. Observe a esta chica. Preste atención por favor.
Una muchacha permanecía rodeada de cocodrilos. Pero como encontró una llave mágica junto a una maceta, al tenerla en las manos la plataforma escondía rápidamente a los animales.
-uff menos mal. Si no llega a encontrar la llave ¿Qué habría pasado?
-Se la habrían comido, lo más probable.
-Entiendo.
-Le pondré la última monitorización del jugador tres, y cómo no vamos a pasar así todo el día ahí usted ya decide.
Apareció un hombre rodeado de guerreros que le daban espadazos por todas partes. Finalmente como eran demasiados lo mataron.
-Esto ya parece peligroso, la verdad. Aún así… ¿Seguro que quiere jugar?-Pregunto la mujer de la blusa verde, que escondía una tetas grandes que se contoneaban como flanes.
-Sí, cóbreme ¿Cuánto es?
-Son novecientos euros. Antes de subir de nivel tendrá que comprar ropa acorde con la partida. Así como armas, magia y mapas con tesoros. Haciendo misiones ganará dinero y podrá comprar sicarios o hacerse de pócimas, exactamente lo mismo que en juegos de rol, pero aquí todo ocurre de verdad.
-Cóbrese.-Dijo entregándole la tarjeta de crédito que ella pasó por su terminal, pulsó un botón y el hombre temblando se adentró por una puerta amurallada gigantesca, que en cuanto cruzó se cerró herméticamente. Allí podría estar días, meses o incluso años, solo podría salir si le mataban o vencía.
Cinco meses más tarde salió por la misma puerta, en mal estado, lleno de heridas y arañazos, con alguna sanguijuela aún adherida a la piel, cicatrices, pequeñas lesiones, barba espesa y ojos cansados, así cómo se sentía débil.
-¿Cómo le fue?-Preguntó la señora de los pezones gordos como chupetas.
-Terminé el juego pero, he pasado hambre, piojos, me las he visto con murciélagos asesinos, francamente admirable este parque, algo así no cabía en mi cabeza que pudiera existir. He comido hasta animales asquerosos para sobrevivir. Intenso y deprimente. Divertido y aterrador. Horroroso y agradable.
-¿Sabe usted porqué mueren pero no mueren? ¿Cómo se explica que quien fallece ahí dentro se le saque y reviva?
-Ni idea.-Dijo el jugador del cuerpo lleno de heridas.
-Cuando a la víctima, por ejemplo, le atacan los leones recibe primeramente el disparo de un anestésico. Sólo que los monitores están preparados para que se vea un jugador morir, que por supuesto no muere. Aquí está todo controlado hasta el más mínimo detalle. Les atacan, les hacen daño, pero si abren las mandíbulas se lastiman con unas descargas que reciben y desisten. Ya digo, todo está controlado. Pero el subidón de adrenalina merece la pena.
-Sí, suponía que no podía ser del todo real. Merece la pena me gustó.
Un hombre bajito se acercó a la recepcionista y le susurró:
-Esto no acabará bien. Los dispositivos que aseguraban que las fieras no dañaran a los jugadores han fallado, y ya tenemos dentro quince jugadores atacados mortalmente por las fieras.
-¿Les han matado? No puede ser.
-Sí perdonen. Cuando terminé la partida rompí el mecanismo de la caja de seguridad de los animales, para que esto tenga un poco más de realismo. Hasta la próxima.-Saludó el jugador despidiéndose.








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