martes, 27 de octubre de 2009

LA SEGURIDAD SOCIAL NOS TRATA PEOR QUE A PERROS

El pasado fin de semana, la mascota de mi prima sufrió una indisposición, como sospechó que podia ser grave, llamó al servicio de urgencias de la veterinaria, y a los poco minutos, un ambulancia les acompañó hasta el centro, todo ello con una amabilidad y una eficiencia que ya quisieramos para nosotros en las unidades de las SS.

Publico esta carta aparecida en "El Periódico de Catalunya", porque es una muestra más de como nos tratan los "Torquemada" del ICAM, como delincuentes, vagos y fingidores. Cualquier dia tendremos un problema grave, porque llega un momento que la desesperación nos puede llevar a cometer actos violentos, y algunos de estos verdugos que se llaman médicos, se lo están buscando.

JUANMAROMO

Carta destacada del día: 'Trato vejatorio a pacientes de ciertas enfermedades'

Marta Opi López
Barcelona

Parece mentira que hoy en día todavía haya gente que reciba un trato vejatorio por parte de profesionales de algunas instituciones sanitarias. Hablo de pacientes de ciertas enfermedades graves --que requieren una asistencia humana además del tratamiento farmacológico--, como la fatiga crónica, la fibromialgia y el síndrome químico múltiple. Hace poco me han explicado el caso de una conocida mía, cuyo nombre por respeto a su intimidad no voy a decir. Esta señora acudió al Institut Català d’Avaluacions Mèdiques (ICAM) para que un tribunal médico valorase su enfermedad y sentenciara si estaba capacitada para seguir trabajando.

Tal y como se encuentra esta persona, y con los síntomas que provocan estas dolencias, es imposible que pueda trabajar. Sin embargo, los médicos que la atendieron en el ICAM la trataron como si estuviera loca y le dijeron, con palabras textuales: «Como lo suyo no se ve ni nos lo creemos, eso es que usted está bien para ir a trabajar.

Si se tratara de un cáncer, sería otra cosa».
El trato que recibió fue vejatorio. Además de estar enferma, con lo que ya se ve desplazada de la sociedad por esta causa, solo faltaba que los médicos le dieran la espalda, y de forma tan cruel y absurda. He leído cartas relativas a casos similares, lo que me hace pensar que no hemos avanzado nada, y esto es muy triste; estamos hablando de enfermedades que existen, no imaginarias.

Las sufren personas que existen, y cada vez son más, y en vez de recibir facilidades resulta que tropiezan con trabas. Pido a los médicos que, ante todo, sean personas y atiendan a los pacientes como a tales. Y que se den cuenta de que la gente no suele ir al médico por gusto, sino por necesidad. Por eso no entiendo ese menosprecio.


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