lunes, 15 de junio de 2009

El HAMBRE, la mayor guerra planificada Capitulo IIEscrito por: transbadal el 15 Jun 2009 - URL Permanente En el río Guaiba en Porto Alegre, Bras

El HAMBRE, la mayor guerra planificada Capitulo II

Escrito por: transbadal el 15 Jun 2009 - URL Permanente



En el río Guaiba en Porto Alegre, Brasil, cinco niños, de los cuales el mayor tiene ocho años, reciben a una asistente social. Los padres se han ido a hurgar en los bidones de basura. Al notar el aspecto miserable de las criaturas, la asistente social les pregunta si han comido. "Si, señorita; ayer mamá nos hizo galletitas de periódico mojado". "¿Qué? ¿Galletitas de qué?", pregunta la mujer. "Mamá toma una hoja de periódico, hace una pelota con eso y la sumerge en agua, y cuando se ablanda, forma las galletitas. Las comemos, tomamos un poco de agua y nos sentimos bien y satisfechos".



Al amanecer, los pobres y los hambrientos invaden montículos de desechos de los ricos, trepando por sus flancos de las inmundicias. Si encuentran un trozo de carne, un cadáver de animal, restos de pan, verdura medio podrida o fruta estropeada, los meten en una bolsa de plástico que llevan con ellos. Estos residuos son para sus familias, que viven en los arrabales, y les permiten una subsistencia incierta; pero su consumo, lógicamente, es mortífero para el organismo. Las lombrices se desarrollan en el vientre y producen todo tipo de enfermedades, a menudo mortales. Muchachos en harapos, con los pies descalzos, y con miradas de una tristeza infinita, asaltan las montañas de inmundicias en Manila (Filipinas), llamadas Smokey Mountain (Montaña Humeante). El aire y el agua están allí envenenados; las ratas, los mosquitos y la comida en mal estado son la causa de la expansión de la tuberculosis en toda la zona, así como de otras enfermedades pulmonares y cutáneas, lombrices y meningitis.[5] En todo el Tercer Mundo, los desechos de los ricos “alimentan”, si puede decirse así, a millones de empobrecidos en miles de extrarradios.



Hoy en las favelas del norte de Brasil (uno de los grandes países exportadores del cereales de mundo), las madres suelen hervir agua por la noche en una marmita (olla de metal con tapadera) introduciendo en ella unas piedras calientes. Cuando sus hijos lloran de hambre, les dicen: "La comida estará enseguida..."con la esperanza de que mientras tanto los niños se hayan dormido...

Hoy el 70% de los cereales en el mundo se utilizan para el engorde de animales. El hambre es un genocidio que afecta al 85% de la humanidad, mientras el 15% restante disfrutamos de niveles de consumo inmorales. Hoy una vaca europea recibe un promedio de 7 dólares de subvención diaria, mientras 1.000 millones de personas tienen que sobrevivir con un euro al día. Cada día mueren 100.000 personas de hambre de las que 50.000 son niños. La FAO, en un estudio elaborado hace ya 20 años, afirmaba que que el mundo, en el estado actual de las fuerzas de producción agrícola, podría alimentar sin problema a más de 12.000 millones de seres humanos.[6] Es terrible que un 80% de los niños hambrientos en el mundo vivan en países con excedentes alimentarios, la mayoría en forma de piensos para engordar aninales que, a su vez, sólo serán consumidos por los más ricos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece de una pelicula de horror, increible relato.

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