miércoles, 15 de abril de 2009

HAY OTROS MUNDOS, PERO ESTÁN EN ESTE





A un soplo de tiempo de la voragine, aún existen reductos donde los árboles florecen, donde las ovejas pastan entre las flores y beben el agua de cristalinos arroyos.
Un mundo paralelo cada vez mas pequeño, cada vez más lejano que nos devuelve al hombre que un dia fuimos y al que siempre deseamos volver. Donde solo el cánto de los pájaros desafia el silencio y los sentidos recobran su identidad.


Noches de cielos negros salpicados de estrellas en las que ranas y grillos celebran sus sonoros aquelarres mientras ninfas y faunos se aman en las profundidades del bosque.


Esta será nuestra última noche en este efímero Shangri-La, pero su luz y su olor nos acompañará hasta la proxima y ya ansiada huida.

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