miércoles, 5 de noviembre de 2008

UN MINUTO DE SILENCIO


Estoy desayunando en un bar donde aprovecho para escribir el primer artículo de la mañana, he actualizado el foro con nuevas entradas, y es el momento de preparar algo para los blogs, pero confieso que a veces es misión imposible. La radio no para de escupir noticias inquietantes, comentarios estúpidos y música ratonera, y yo me pregunto ¿es que no tenemos derecho al silencio?

Entras en una tienda y una ¿MUSICA? machacona te taladra el cerebro, en el restaurante suena un soniquete monótono, en los bares playeros te torturan con las canciones de verano, hasta en los trenes de cercanías camuflan el ruido de las vías con el ruido de los altavoces ... y dentro de cuatro días empezaremos con los villancicos.

Adoro la música, de hecho, mi vida es una banda sonora, pero precisamente por eso, quiero “escuchar” música cuando tenga tiempo y disposición para ello. Todo sonido no deseado se transforma en ruido, aunque sea el Cannon de Pachebel, y todos tenemos derecho a un minuto de silencio, pero ¡por favor!, que sea antes de palmarla

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo peor es el minuto de silencio que necesitamos luego de una larga jornada de trabajo cuando volvemos a nuestra casa mmmm que injusto a veces pienso, cuando ellos esperan las ultimas horas del dia para vernos y compartir, entonces paso derecho a la ducha, me tomo 10 minutos de silencio sentada en la bañera, tomo aire, y salgo como nueva, a vos te tambien te debe haber pasado. besos caro