lunes, 23 de junio de 2008

LA PREPOTENCIA



La piedad, es una de las formas más hermosas en las que se presenta el amor, la piedad es generosa, sincera, humilde y sobre todo, tierna.
La piedad no tiene nada que ver con la caridad, es un sentimiento cálido y dulce que nos brota del alma cuando vemos a alguien que sufre, cuando sonreímos al desesperado, cuando tendemos una mano limpia a quien ya no puede más.
La piedad brilla en los ojos de la buena gente, está a años luz de la prepotencia, y de la soberbia, la piedad es una faceta de la sabiduría, como la paciencia, como la bondad.
Por eso cuando leo los “artículos” de algunos adalides de la verdad, sacerdotes de la sapiencia y abanderados de la razón, dedicándose a menospreciar e incluso a insultar a personas que humanamente están muy por encima de ellos, no puedo por menos que dejar escapar una triste sonrisa y recordar a Luis Eduardo 


“Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta
; mercaderes, traficantes,
mas que nausea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza...


Y la belleza, queridos, es una manifestación del equilibrio, de la sabiduría, de la paz interior, cada insulto, cada mofa que lanzáis contra estas personas, acabará volviéndose en contra vuestra multiplicada por mil, no olvidéis nunca que el respeto es la base sobre la que se asientan las relaciones humanas. Todo lo demás son palabras huecas que acaban devoradas por el silencio y el olvido.

JUANMAROMO




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