sábado, 22 de marzo de 2008

LACRISIS DE LA PAREJA


En la actualidad, la crisis de pareja y las ideas de los papeles (masculino y femenino) están cambiando el escenario de la sexualidad, creándose nuevas formulas de inutilidad y encontrando con dificultad el que dos personas puedan comprenderse, y establecer un vinculo de la manera mas razonable posible.

Cuando la pareja esta en lucha, esta casi siempre gira sobre pequeñeces del diario vivir, pero se agrandan de forma inconsciente por lo cual se vuelven obstinados y encasillados en su posición, centrando su anclaje en los conflictos inconscientes no resueltos, que para ellos, en su creencia, son cuestiones de principios y, por lo tanto, tienen poca flexibilidad psicoemocional.

En la actualidad hay que aprender a negociar. En mi práctica clínica, cuando trabajo terapia de pareja, encuentro un denominador común, el juego conjunto inconsciente; problemas y conflictos de la misma clase ejercen una atracción mutua personas para elegir compañero. Ambos sostienen la expectativa consciente o inconsciente de que encontraran el remedio para aliviar los fantasmas frustratorios que existen en su mente, liberarse de los temores. ¡Bueno… esto no siempre es así!

Este comportamiento de la pareja se determina por las aceptaciones comunes inconscientes y es la base que une a los dos miembros, existen tres razones básicas:

- Aburrimiento. La relación se hace monótona, lo que es un veneno para el amor y cambian los intereses.

- Incompatibilidad. Aquí hay pocas cosas en común, existiendo muchas diferencias y la relación se hace poco sustentable en el tiempo.

- Sentimientos negativos. Lo que antes era positivo, ahora se vuelve negativo. Criticas, quejas y discusiones, hay poco amor, apoyo y afecto. Si todo esto ocurre, uno debe asumir la responsabilidad de sus acciones y de no poder reestructurar la relación, lo mejor es terminarla.

Ahora bien, debemos comprender que unas buenas relaciones no se logran fácilmente, porque requieren del esfuerzo común y hay que estar dispuestos a trabajar juntos por el bien de la pareja, aprendiendo a manejar conflictos.

Es útil, por ejemplo, definir que quiere de sus relaciones, revaluar sus expectativas, practicar la tolerancia, equilibrar lo negativo y lo positivo, comunicarse y negociar. Asimismo, evitar la tentación de culpar o pensar negativamente. Este dispuesto a trabajar y mida su satisfacción: explique esto a ver que resultados obtiene.

Trabajar todo esto es posible y la tónica terapéutica cognoscitiva moderna, de la relación de pareja, busca las conexiones inconscientes que crean las estructuras emocionales conduciendo a esquemas de pensamientos y comportamientos automáticos de manera individual y que se hace común en la relación de pareja.

Invito a aquellos que deseen unirse al selecto grupo de los que han alcanzado a comprenderse y a aceptarse a si mismos, a darse una nueva oportunidad de reestructurarse, crecer y madurar psicológicamente y emocionalmente; así podrán separarse y divorciarse de los “fantasmas frustratorios de pareja” que convivían con usted en su inconsciente y podrá decir: “ya me libere”.

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