miércoles, 19 de diciembre de 2007

EL PARTO





Tres días de parto y el hijo no salía:
- Tá trancado. El negrito tá trancado - dijo el hombre.
Venía de un rancho perdido en los campos.
Y el médico fue.
Maletín en mano, bajo el sol del mediodía, el médico
anduvo hacia la lejanÌa, hacia la soledad, donde todo
parece cosa del jodido destino; y llegó y vió.
Después se lo contó a Gloria Galván:
- La mujer estaba en las últimas, pero todavÌa jadeaba
y sudaba y tenía los ojos muy abiertos. A mí me faltaba
experiencia en cosas asÌ. Yo temblaba, estaba sin un
criterio. Y en eso, cuando corrí la cobija, ví un brazo
chiquitito asomando entre las piernas abiertas de la
mujer.
El médico se dio cuenta de que el hombre había estado
tirando. El bracito estaba despellejado y sin vida, un
colgajo sucio de sangre seca, y el médico pensó: No hay
nada que hacer.
Y sin embargo, quién sabe por qué, lo acarició. Rozó
con el dedo índice aquella cosa inerte y al llegar a la
manito, súbitamente la manito se cerró y le apretó el
dedo con alma y vida.
Entonces el médico pidió que le hirvieran agua y se
arremangó la camisa.

E. Galeano

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